Actualmente, existe una presión psicológica que algunos usuarios sienten por lo que pueden recibir a través de las redes sociales; el deseo impaciente de ser aceptados por otros, puede convertirse en un gran problema.
Al principio, podía ser un tema de adolescentes, pero ahora, el efecto negativo de las redes sociales puede llegar a cualquier edad, produciendo enfermedades como: ansiedad, depresión y trastornos del sueño 😑.
Los niveles aumentan por una sencilla razón: la mayoría de las personas cuentan con un dispositivo móvil 📱 con internet las 24 horas al día, lo que genera una gran dependencia de estar siempre conectados.
Puede que no te parezca preocupante, pero descubre cómo estas plataformas pueden afectar tu salud mental 😮.
LAS ENFERMEDADES DE SALUD MENTAL QUE NOS DEJA LA ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES
A pesar de la gran utilidad que tienen las redes sociales, no podemos negar que en los últimos años estas han contribuido al aumento de síntomas y problemas de salud mental.
Incluso, algunos expertos han evidenciado que las conexiones electrónicas pueden ayudar al incremento de la depresión, pues los individuos a pesar de estar conectados, se encuentran socialmente aislados.
DEPRESIÓN Y ANSIEDAD DEBIDO AL USO DE LAS REDES SOCIALES
Si dormimos cerca del móvil y despertamos revisando las notificaciones, puede que estemos padeciendo de una terrible ansiedad 🥴.
Las redes sociales están diseñadas para que el usuario permanezca más tiempo atrapado en sus pantallas, pues su modelo de negocio está basado en comercializar con la atención de del usuario; es allí donde comenzamos a ser dependientes de las mismas y nos sucumbimos en el río de la ansiedad: «más likes», «más comentarios», «más interacciones», «más alcance» distraídos, afanados, pero siempre “conectados”.
El problema subyace cuando realmente escapamos de la realidad y no vemos que nuestra vida pasó a un plano superficial.
Todo esto empieza con una acción sencilla, ese “scroll” pronunciado que hacemos a través de Instagram, TikTok o Facebook, viendo cuentas de terceras personas y comenzando con la dura tarea de la comparación, donde nuestra percepción de la realidad cambia 🤔 y anhelamos los estereotipos sociales que nos muestran las redes.
Ahora bien, te preguntarás qué tiene que ver esto con la depresión. Pues analicemos por un momento.
Lo primero que debemos saber es que uno de los síntomas más pronunciados en una persona depresiva es una autoestima baja y esto puede verse severamente afectado a través de estas plataformas. Te explico por qué.
Todos en algún momento abrimos nuestras redes sociales y de forma consciente o inconsciente llegamos al perfil de un amigo que teníamos tiempo sin ver; seguramente (como la mayoría de las personas), su perfil estará lleno de grandes logros, viajes, comidas, éxitos y hazañas.
Si tu “medidor social”, o aquel que has creado por las redes sociales te hace ver inferior a esa persona, comienza el declive de tus emociones 🥺; pues la terrible comparación hará trizas tu estado mental y comenzará el impacto negativo de forma desproporcional.
Es allí donde la confusión toma posesión de nuestras vidas y perdemos el enfoque de la realidad, para vivir idealizando o añorando aquello que vemos a través de las pantallas 🧐.
La comparación, sentimientos de frustración, la perdida de interés, o la falta de concentración, son algunos de los síntomas que pueden manifestarse en una persona depresiva; y si no se tratan debidamente, pueden convertirse en algo crónico 🧏.
Es así como las redes sociales pueden generar un trastorno depresivo en nuestras vidas, que traerá como consecuencia: ansiedad, ataques de pánico, fobias sociales, conflictos familiares y la poca conexión real con las personas.
TRASTORNOS DEL SUEÑO
Dormir menos de las horas necesarias puede acarrear daños en nuestra salud y nuestro organismo. El uso nocturno de las redes sociales solo hará que el descanso sea más pobre, pues los mensajes o notificaciones excesivas irrumpen el sueño, y genera un déficit en nuestro ser.
En los últimos años, este trastorno de sueño causado por aparatos tecnológicos se le ha conocido con el nombre de “Vamping”, y es la forma en como las personas irrumpen su tiempo de descanso, por estar conectados a las redes sociales hasta altas horas de la madrugada.
Cuando dedicas tu tiempo de descanso 😴 a otras actividades, como por ejemplo “el uso de las pantallas”, estarás alterando tu organismo.
Nuestro cuerpo humano conoce a través de mecanismos, que parte del tiempo pertenece al día y cuál a la noche, entonces, sabe dónde necesita descansar para recuperar su energía.
De esta manera, cuando vamos a la cama con el móvil, las pantallas de forma automática arrojan una luz que reduce la producción de la melatonina 😪, que es la hormona que ayuda a regular el sueño.
Es decir, cuando nuestras células ganglionares fotosensibles se exponen a la luz, el cerebro detiene la segregación de la melatonina, lo que hace que nos mantengamos despiertos.
Es así como la exposición a las pantallas móviles hacen que el cerebro entienda que no ha llegado la noche, por lo que se considera que no es momento de dormir, produciendo insomnio y desvelo, que luego se puede traducir en cansancio, debilidad, irritabilidad, obesidad, defensas bajas y lentitud en los procesos de aprendizaje.
Ahora, todo esto se puede conectar con otros padecimientos como ansiedad, cambio de conducta, fatiga visual, depresión y falta de concentración en nuestras tareas diarias.
INCIDENCIAS EN EL SUICIDIO
No se trata de ser fatalistas, pero estas plataformas definitivamente pueden perjudicar a la población más vulnerable 😫, en este caso hablo de jóvenes entre los 16 a los 24 años de edad, la etapa donde empiezan a manifestarse las enfermedades de salud mental.
Si vamos a casos reales que han estremecido al mundo, no podemos dejar de mencionar la historia de Chloe Davison, una hermosa joven de 19 años que decidió quitarse la vida 🥺 por no soportar la presión de las redes sociales.
Su vida se media por la cantidad de “likes” que recibía y su refugio estaba en Facebook. Para su hermana mayor, la joven sufría de problemas de ansiedad y su visión de vida estaba basada en que “no era lo suficientemente buena a salvo que recibirá muchos likes”.
Como Chloe, hay muchos jóvenes que solo pueden medir su vida a través de sus publicaciones; lo que les puede generar trastornos depresivos 🥺 por la distorsión que tienen de la realidad; haciéndoles pensar que su vida no es lo «suficientemente buena» como la de otros.
A esto también se le puede sumar los casos de ciberacoso que cada vez son más frecuentes a través de estas plataformas virtuales.
¿CÓMO SABER QUE ALGO ANDA MAL?
Es sencillo saber que estás siendo adicto a las redes sociales; y una esas formas es reconocer cuantas veces al día tomas el celular, el tiempo que pasas en ellas y que te produce cuando navegas en otros perfiles.
Si eres de los que ves el móvil 📱 antes de acostarte y una vez te has levantado de la cama, entonces ya sabrás que estás en problemas. Aunado a eso, cuando sientes insatisfacción personal, depresión, falta de afecto 🫂, o baja autoestima, (estas dos últimas condiciones afectan más a los jóvenes), entonces ya puedes decir que las redes sociales te están controlando.
Ahora bien, la adicción o la dependencia a estas plataformas digitales, determinan algunos tics habituales que manifestamos en nuestro día a día, como por ejemplo:
- Sentir inquietud cuando no se tiene el móvil a la mano.
- Sensación de tristeza cuando no se reciben “likes”, “comentarios” o «un mayor alcance».
- Preferir la comunicación con amigos o familia a través de las redes sociales.
- Compararse continuamente.
Si te has sentido identificado es hora de aplicar el autocontrol, cuando eres capaz de poner límite a lo que consumes, no te dejarás manipular por estas plataformas y no crearás una adicción de ellas.